domingo, 16 de agosto de 2009

Reflexión para los Maestros: Educar para Superar la Pobreza

EDUCAR PARA SUPERAR LA POBREZA:
Una mentira idealista-conservadora

Un pensador uruguayo Andrés Núñez Leites reflexiona sobre la educación y la sociedad, y expresa en el blog RED FILOSÓFICA DEL URUGUAY:

«Se trata de una vieja promesa que despierta un consenso automático. Una "inversión idealista" diría Gramsci: tomar la consecuencia (bajos niveles educativos) como causa (de la pobreza). Ese slogan típico de las derechas es hoy asumido también como dogma de los nuevos gobiernos de izquierda en América, justo cuando en su mayoría juran su fe en el desarrollo conservador. Sin embargo la pobreza, tanto cultural como material, sigue allí, tan dura y tan amplia como siempre -o como nunca-, y su superación es imposible en el marco del capitalismo.»

Y al final este pensador uruguayo propone:
«Discutamos si queremos caminar hacia un socialismo estatal o libertario. Discutamos los caminos y la posibilidad de la paz o de conflictos controlados. Discutamos si queremos un "Socialismo del Siglo XXI" en la senda de Venezuela, Bolivia y Ecuador, pretendiendo domar el capital limitándolo por el bien común. Discutamos si queremos crecimiento o decrecimiento económico, si queremos una economía planificada o economías de subsistencia autónomas basadas en el trueque. Discutamos luego una educación que acompañe el rumbo elegido. En Uruguay, desde donde escribo, es esandaloso el silencio de los intelectuales ante el viraje neoliberal de la izquierda en el poder, los mismos que gustosos rentan su voz para repetir obsecuentemente que la educación es el camino, posponiendo infinitamente la transformación de la economía y más en general el modo de producción, mientras vemos al capitalismo matar a millones y arrasar con la vida en la Tierra.»
http://filosofiauruguaya.ning.com/profiles/blogs/educar-para-superar-la-pobreza#comments

Me pareció interesante.
Y yo me pregunto si ese cambio social favorable no tiene dos aspectos: el económico, y luego, o simultáneamente, el educativo. Los hombres deberían ser sabios, espiritualmente inteligentes, para administrar la riqueza generada y repartida. Más, en nuestra Argentina, tan rica como se dice.
Y a propósito: recientemente, me enteré que, con el fin de alcanzar grandes rendimientos en la plantación de soja, envenenan la tierra, estropean la apicultura -y con las abejas eliminan a otros insectos útiles-, y contaminan al mismo hombre (las imágenes televisivas de Canal 26 son atroces), perjudican la salud de los niños, de los humildes campesinos que la siembran.
(Esto seguramente no es la sabiduría que antes comentábamos).
Daniel

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